31 de agosto de 2023
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Cada vez se habla más de salud holística, de salud integral. La salud no se reduce a algo puramente biológico, sino que afecta a toda la persona. Por eso todas las intervenciones en salud han de tener también una perspectiva holística, global, integral.
El término holístico proviene del griego ‘holos’, que significa “todo, entero, total o completo”, y se suele utilizar como sinónimo de integral. Así pues, la salud holística considera las personas como un todo. En realidad, podríamos decir que humanizar la salud es generar salud holística. Mientras que un diagnóstico tradicional puede dividirse en partes separadas, la terapia holística ve a la persona en su totalidad: mente, cuerpo y espíritu.
Acompañar, cuidar en sentido holístico significa entonces considerar a las personas en todas sus dimensiones, es decir en la dimensión física, intelectual, social, emocional, espiritual y religiosa. No existe salud si una de las dimensiones no se encuentra saludable. El concepto holístico de la salud es muy significativo, porque le otorga importancia a los otros aspectos de la salud de las personas que han sido excluidos de la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), especialmente al componente emocional y espiritual de la salud.
Un enfoque holístico para el cuerpo, la mente y el alma no sólo puede transformar nuestra salud y bienestar, puede beneficiar nuestras relaciones, hacernos más pacientes, comprensivos, cariñosos y, en general nos ayudará a ser más despiertos como persona en su día a vida cotidiana. Un individuo que adopta estrategias holísticas de manera constante aprende a reconocer su bienestar de forma integral, siendo capaz de conectar consigo mismo, su entorno y con quienes le rodean. Es así que, se cree que llevar un estilo de vida holístico permite: Mejorar la salud integral.
Para concluir podemos resumir los valores que contribuyen a la salud holística:
Positiva: Se vislumbra la salud desde una perspectiva positiva.
Bienestar: Se enfatiza el bienestar en vez de la enfermedad.
Unicidad: El ser humano se desempeña como una unidad entera.
Integridad: No existe salud si una de las dimensiones no se encuentra saludable, es decir la física, la mental, la emocional y la espiritual.